Las personas e instituciones abajo firmantes
repudiamos el intento de represores involucrados en la última dictadura
cívico-militar de inscribirse en la
Universidad pública.
Desde hace por lo menos dos años, los/as coordinadores/as, docentes y
estudiantes del Programa
UBAXXII de educación en cárceles han soportado hostigamiento y amenazas. Las
autoridades, agrupaciones y centros de estudiantes privados de su libertad, el
gremio de docentes universitarios y distintos organismos de derechos humanos
han repudiado estas agresiones. La
Universidad de
Buenos Aires, así como otras universidades nacionales, estuvo intervenida entre
1974 y 1983, y su comunidad académica fue objeto del plan de exterminio
perpetrado contra el pueblo argentino durante esos años. Miles de docentes,
graduados/as, estudiantes y no docentes sufrieron persecución, secuestros,
apropiación de bebés, torturas, asesinatos y desapariciones. Las luchas por
Memoria, Verdad y Justicia van permitiendo terminar con la impunidad, condenar
a los ejecutores del genocidio y
también avanzar en la denuncia de sus instigadores, cómplices y beneficiarios. Nuestro
repudio se funda tanto en los hechos perpetrados por el terrorismo de Estado
–probados en sede judicial como delitos de lesa humanidad y por lo tanto
imprescriptibles- como así también en los dichos y acciones presentes de
quienes intentan justificar y perpetúan esos crímenes presionando, intimidando
y en ocasiones secuestrando a testigos u ocultando la información sobre
los/as desaparecidos/as y los bebés nacidos en cautiverio. La singularidad de
estos crímenes, reconocida mundialmente, como la legislación
internacional a la que adhiere nuestro país, los hace incomparables a cualquier
otro delito por el que puedan estar acusados los que circunstancialmente
comparten el encierro con los genocidas. Su inhabilitación para formar parte de
la esfera pública está inscripta además en la condena social que pesa sobre
ellos. Los Consejos Directivos de las facultades de Filosofía y Letras y
Ciencias Sociales propusieron rechazar la admisión de condenados y procesados
por delitos de lesa humanidad, posición que fue ratificada por la comisión
especial conformada para asesorar al Consejo Superior. Solicitamos al máximo
órgano de la
UBA que se
expida en el mismo sentido, rechazando el ingreso de los genocidas a nuestras
aulas.
MEMORIA VERDAD Y
JUSTICIA.
¡30.000 compañeros/as
detenidos desaparecidos, presentes!
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